THE CHASER

Director: Na Hong-jin

Guionista: Na Hong-jin, Hong Won-chan y Shinho Lee.

Interpretes: Ha Jung-woo, Kim Yoon-seok, Seo Yeong-hie

País: Corea del Sur. 2008

Titulo Original: Chugyeogja / The Chaser. Duracion: 125min. 

Si hay un genero que sobresale sobre el resto durante la ultima década del cine surcoreano, es el thriller. Historias plagadas de suspense, crímenes y persecuciones, rodadas con ritmo ágil, y a menudo de gran dureza, que no dejan indiferente al espectador occidental, acostumbrado a la previsibilidad del cine comercial estadounidense.

The Chaser, opera prima del director, es una película que solo puedo definir como obra maestra, encontrandose sin duda alguna entre los mejores exponentes del thriller surcoreano actual. 

La trama nos narra la historia de un proxeneta y ex-detective, que a raíz de la desaparición de una de sus chicas, comienza una persecución desesperada por descubrir que ha sido de ella, y salvarla de las garras de un asesino en serie. Así, nos vemos inmersos en esta carrera por salvarla, que supondría también la redención de nuestro antihéroe protagonista, un personaje cruel y despreocupado por sus chicas, que sin embargo, es el único dispuesto a encontrarla.

Como vemos en ocasiones en estos thrillers surcoreanos, cuando no ocultan una terrible critica al sistema sanitario del país, lo hacen hacia su sistema policial. Un sistema policial que aparece reflejado como algo inútil que entorpece la detención del asesino en vez de propiciarla, y que siempre va un paso por detrás de la investigación paralela que nuestro protagonista y ex-detective lleva a cabo por su cuenta.

Tanto el protagonista (Kim Yoon-seok), como el asesino en serie (Ha Jung-woo) estan enormes en sus actuaciones, culminando una película magnifica con un manejo de la cámara impecable, y que deja tras de sí una excelente fotografía que ayuda a sumergirnos más si cabe en la sórdida ambientación de la historia.

Impecable desde el punto de vista formal, y capaz de llevarnos de la tensión a la sorpresa y de darnos un final tan inesperado como equilibrado. Un juego de persecuciones donde el director aprovecha estupendamente el trazado urbano de esos estrechos barrios de Mangwon (en la parte occidental de Seul) protagonistas también de la cinta por derecho propio, plagados de calles estrechas y callejones (el propio director reconoció en una entrevista haber “jugado” a perseguir mujeres por esas calles estrechas para meterse en la mente del asesino), que culminara de manera sobresaliente en la confrontación final, tras la cual, como si de una tragedia griega se tratase, se produce la catarsis aristotélica que purifica al espectador tras la sobrecarga de tensión acumulada.

Podría hablarse mucho de esta cinta pero no sin spoilear o descubrir lo que debe saborear y experimentar el espectador por si mismo al visionarla, por lo que me limitaré a recomendarla fervientemente. Obra Maestra.

10/10