Director: Kim Jee-woon
Guionista: Park Hoon-jung
Interpretes: Lee Byung-hun, Choi Min-sik
País: Corea del Sur. 2010
La cinta tiene la crudeza propia de lo que se ha convertido en norma cuando hablamos de thriller surcoreanos, una violencia, que lejos de ser gratuita, a menudo han justificado sus directores, al exponerla de manera realista, detallada y cargada de dureza, en la necesidad de sensibilizar a un publico cada vez más impermeabilizado a la violencia que a diario contempla en televisión, cine o noticiarios. Una violencia que en la vida real es dura, dolorosa y desagradable, y como tal ha de ser presentada en el cine, para que la misma no pase desapercibida ante nuestros ojos, y que nos "duela" al verla.
No obstante, esta cinta viene precedida por la polémica al estrenarse en Corea con un +18 por su contenido violento (en un país especialmente permisivo con la misma, donde es difícil que una película salga con un +18), pero más allá de su crudeza, que podría no ser apta para paladares sensibles, o para un primer acercamiento a esta cinematografía, la cinta es sobresaliente en todos sus áspectos.
Tenia grandes expectativas puestas en esta película, principalmente por estar dirigida por Kim Ji-woon (“A Bittersweet life”, ” The Good, the bad and the weird”) y protagonizada por Choi Min-sik (“Oldboy”) y Lee Byung-hun (“A Bittersweet life”), grandes nombres todos ellos del panorama cinematográfico coreano actual, y empezare por decir que la película no defrauda en absoluto.
La trama narra la historia de como una chica es salvajemente asesinada, y su prometido, un agente del gobierno, dejara a un lado la ley y el sistema para dar caza a su asesino, una historia de venganza, a las que el thriller coreano nos tiene tan acostumbrados, en la que veremos un desafiante “juego del gato y el ratón", de persecuciones y asesinatos, que solo puede culminar de manera trágica.
Con una fotografía magnifica plagada de poesía en sus imagenes (como el uso de la sangre sobre la nieve) y metáforas visuales de las que engrandecen el lenguaje cinematográfico al mostrar al espectador sin palabras lo que acontece (por citar alguna: el momento en que la presa pasa a ser cazador, perfectamente representado por Choi Min-sik al agarrar el rifle que se encuentra sobre las presas disecadas, dejando claro que ha cambiado su estatus de presa a cazador), la película es todo un sinfín de sensaciones, giros, y suspense. Se engrandece ademas por una grandiosa actuación de sus protagonistas, especialmente la de Choi Min-sik como asesino, que por momentos me recordó personalmente a Robert De Niro en el Cabo del miedo, en una de las mejores interpretaciones del cine coreano actual.
Una película de sobresaliente, con escenas memorables y un final sorprendente, que no decepciona en absoluto, y que, pese a lo que se ha comentado acerca de su violencia, ésta no debe resultar un impedimento para que el espectador disfrute de su visionado y de una gran película de suspense. Imprescindible.
9/10
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